Infinita soledad

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Quiero que me acompañes

en la noche,

mientras oigo el latido

de los vientos.


Asomado perennemente

a la ventana,

permanezco esperando

tu llegada.


Sin saber cuando la tienes

anunciada,

en la tarde, en la noche,

quizás de madrugada.


Veo llegar a los barcos

y tu no bajas,

nadie llega a la isla

este invierno.


La espera ya se torna

insoportable,

llegan vacías las naves

a este infierno.


Allí encontré la soledad

más infinita,

donde la halló mi alma

ya marchita.


En la noche la Luna

amplía su luz esquiva,

evita el naufragio de almas

que navegan a la deriva.


Jirones de mi arrancas

soledad,

ya no soporto de ella

ni su etérea levedad.






1 comentarios:

Elsa dijo...

Qué te voy a contar de soledades y de esperas.... Las volaremos en los versos, en las palabras.... En tu infinita y bella soledad escrita.

Un fuerte abrazo, Salvochea.

 
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