lunes, 19 de enero de 2009
Cuán duro ha de ser
para quien ama,
decir : márchate amor
te lo suplico.
Espérame
a la vuelta del camino
que es la vida,
espérame allí amor,
que ese será el sino
de mi felicidad perdida,
el recorrer a solas
las huellas que dejaste
para guiar mi destino.
Al final no somos más
que viajeros peregrinos,
que viajan hacia el olvido
y no se dan ni cuenta
cuando acaba el camino.

Para Catalina Zentner